Cómo hacer un acertijo

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¿Que se pone más húmedo entre más se seca? Una toalla, ¡por supuesto! Las adivinanzas son una antigua forma de poesía que hace uso de los dobles sentidos, juegos de palabras y metáforas. La mayoría de los enigmas hacen una pregunta que contiene una aparente contradicción o imposibilidad. Escribir enigmas es un poco diferente de adivinarlos. La clave para escribir un acertijo satisfactorio es trabajar hacia atrás a partir de la respuesta. Un buen acertijo debe ser un poco complicado, pero no imposible de averiguar.

Decide lo que quieres que sea la respuesta. Una respuesta simple es mejor, un objeto de la casa, un proceso básico o un fenómeno natural. Algunos ejemplos podrían ser un zapato (objeto), la quema de una vela (proceso) o un volcán (fenómeno natural).

Haz una lista de las características que hacen la respuesta única. Elabora una lluvia de ideas sobre tantas características como sea posible y escríbelas. Por ejemplo, los zapatos, a diferencia de los calcetines u otros revestimientos del pie, tienen lengua y plantas, los volcanes son calientes e incandescentes en su interior.

Elige dos elementos de la lista que no sean las primeras cosas que vengan a la mente cuando se piense en la respuesta. Por ejemplo, todo el mundo sabe que los volcanes erupcionan pero la gente no suele pensar en el hecho de que se encuentran en grupos.

Busca los artículos en la lista que se podrían ser utilizar para ser comparados metafóricamente con los humanos. Por ejemplo, los zapatos tienen lengua y plantas, que también son cosas que la gente puede tener. Si un volcán fuera una persona, tendría una indigestión grave en su vientre.

Imagina que la respuesta a la adivinanza es una persona contándote acerca de sí misma. ¿Cuáles son sus talentos? ¿Cómo se siente? Escribe una descripción que sea de por lo menos tres oraciones. Incorpora los elementos que elegiste de la lista.

Escribe tu adivinanza desde la perspectiva del objeto, proceso o fenómeno que hayas elegido. Trata de hacer tu descripción inteligente y sorprendente. Incluye suficientes pistas para que una persona sensata pueda adivinar la respuesta. Por ejemplo, el enigma de un zapato podría leerse: "Caminas por todo mi cuerpo pero mi lengua nunca se queja".

Prueba tu enigma con un amigo. No debe ser demasiado fácil o demasiado difícil de adivinar. Sigue trabajando en ello hasta que esté correcto.