Adaptaciones del lobo gris
Escrito por Kristin Jennifer ; última actualización: February 01, 2018El lobo gris, mejor conocido como lobo gris norteamericano en Estados Unidos es el más grande de la familia de los cánidos. Tiene el pelaje gris, negro y blanco, con marcas marrones en las patas y el hocico. Puede pesar hasta 120 libras (54 kg) y alcanzar hasta 3 pies (91 cm) de alto. Los lobos grises viven en manadas en las regiones del norte de Asia, Europa y Norteamérica y son una especie protegida.
Densidad del pelaje
El pelaje del lobo gris es increíblemente grueso, necesario para protegerlo de los vientos árticos y de inviernos tan fríos con temperaturas de -20ºF (-28,8°C). El pelaje del lobo gris es lanudo en la base con largos pelos que lo protegen contra la humedad. La primera capa lanuda actúa como una barrera adicional contra la humedad, así como para conservar el calor corporal en la piel del lobo.
Patas especialmente adaptadas
Las patas del lobo gris están especialmente adaptadas para correr rápidamente en la nieve, las cuales se extienden para protegerlo de hundirse en la nieve. Cada dedo está protegido contra la congelación con pelaje adicional entre cada uno de ellos. Cada pata es muy grande y carnosa, con grandes garras para la tracción a velocidades de hasta 45 millas (72,4 km) por hora.
Agudeza de los sentidos
Como los perros, los lobos grises tienen más agudizados los sentidos del oído y del olfato que los humanos. Su capacidad auditiva es 20 veces más aguda que la de los humanos. Del mismo modo, los lobos tienen un sentido del olfato 100 veces mas fuerte que el de los humanos. Estos sentidos tan agudos protegen al lobo de sus depredadores mucho antes de que los vean y les permiten encontrar presas incluso antes de tenerlas a la vista.
Cazadores poderosos
Los lobos grises cazan ciervos, alces y bisontes en manadas. Para matar y comer presas tan grandes con únicamente sus dientes para ayudarles, los lobos grises necesitan fuertes mandíbulas. La mandíbula de los lobos grises tiene una fuerza de 500 libras por pulgada cuadrada de presión (35,15 kgf/cm cuadrado). No solamente son capaces de matar a sus presas, sino de romper sus fuertes huesos para obtener la nutritiva médula ósea de su interior.