Depredadores del águila real

Escrito por Catherine Hill ; última actualización: February 01, 2018
eagle portrait image by Andy from Fotolia.com

Las águilas reales, con una longitud de alas de hasta 7 pies (2,13 m) y pesando hasta 15 libras (6,80 kg), son conocidas por ser una de las aves de presa más grande y feroz. Se encuentran en más lugares de la Tierra que cualquier otro tipo de águila, incluyendo América del Norte, Europa, Asia y Ágrica. Así y todo, debido a un depredaron principal, estas hermosas aves han luchando por sobrevivir por décadas.

Depredadores naturales

El águila real adulta saludable, debido a su impresionante tamaño y su habilidad de caza, no tiene depredadores naturales. Los huevos, pollitos, águilas inmaduras y aves lastimadas son susceptibles a un rango de depredadores, como otras aves de presa, incluyendo otros tipos de águilas y halcones, osos, lobos y pumas.

Caza

El depredador principal del águila real es el ser humano. Los agricultores pioneros del este de Estados Unidos se preocupaban por si estas grandes aves lastimaban a su ganado. Para prevenir esto, les disparaban a las aves, llevando a una disminución drástica en la población de esa zona. Cazar águilas reales también fue frecuente entre agricultores de Europa, causando disminuciones de poblaciones y, en algunos países, su extinción.

Hoy en día, los investigadores saben que las aves no suelen atacar al ganado y, en su lugar, escogen buscar y cazar animales más pequeños, como conejos y ardillas y, con menor frecuencia, zorros, coyotes y ciervos pequeños.

Destrucción del hábitat

La destrucción del hábitat es una de las mayores amenazas de las águilas reales hoy en día. El territorio de las aves suele abarcar grandes distancias, tanto como 60 millas cuadradas (155 km cuadrados) y dependen de áreas de anidación no perturbadas, ya que el águila real macho monógama vuelve al mismo nido año tras año. Una creciente población humana en el mundo ha llevado a la deforestación y extensión, y muchas águilas reales han sido desplazadas por el desarrollo de viviendas y empresas.

Envenenamiento y caza ilegal

Hoy en día, las águilas reales siguen siendo un objetivo de los seres humanos que las culpan por cazar ganado o matar animales de caza, como el urogallo, que los cazadores matan por deporte. Muchas águilas se han reportado como envenenadas por la carroña. El envenenamiento también sucede indirectamente a través de pesticidas y la contaminación del aire.

Las aves siguen siendo cazadas en algunas regiones por sus plumas, y los huevos son robados para la venta ilegal en el mercado negro.

Protección

La Ley de Protección del Águila Real y Calva de 1940 prohíbe que cualquiera mate o perturbe a las águilas reales dentro de Estados Unidos. Así, aumentan los números en Estados Unidos, donde ya no están listadas como especies en peligro en extinción, pero la caza e interrupción en otras partes del mundo, particularmente en Europa, Asia y África, siguen dañando a las poblaciones.

×