Las desventajas de un matrimonio adolescente
Escrito por Christine Kukka ; última actualización: February 01, 2018
La adolescencia es una etapa que determina el paso de la niñez a la vida adulta. Durante ese lapso el ser humano sufre grandes transformaciones físicas, intelectuales y emocionales, y debido a esto hay gran inestabilidad en todos los campos. Es un periodo en el que las relaciones de pareja cobran una importancia inusitada, ya que constituyen un soporte en la transición de la dependencia hacia la vida autónoma, y definen la identidad sexual del individuo.
El matrimonio adolescente como huída
De la exploración de la vida en pareja, muchos adolescentes saltan al matrimonio sin apenas prepararse para ello. Varios estudios han establecido que los jóvenes procedentes de hogares paternos conflictivos o frustrantes, tienen mayor inclinación a contraer matrimonio en edades tempranas. El vínculo amoroso opera entonces como un dispositivo de escape a los problemas de la familia. El problema es que en sus nuevos hogares, los jóvenes tienden a reproducir los conflictos familiares que dejaron sin resolver.
El matrimonio por embarazo no planificado
Buena parte de los matrimonios adolescentes se consuman debido a la existencia de un embarazo previo, no planeado. En este caso el vínculo está determinado por el azar y se asume como una obligación indeseada. Las parejas que se casan en estas condiciones suelen desarrollar patrones de violencia intrafamiliar, bien sea entre cónyuges o bien de parte de estos hacia sus hijos. Tal violencia deteriora irremediablemente el vínculo afectivo de la pareja y generalmente conduce a divorcios tempranos.
Deterioro socioeconómico
En la medida en que los adolescentes no han concluido su formación escolar y, generalmente, no cuentan con recursos propios para el sostenimiento, el matrimonio adolescente suele ser un factor que agrava las condiciones socioeconómicas de la pareja. Normalmente se perpetúan indefinidamente los vínculos de dependencia con los padres, o se inicia un modelo de vida lleno de privaciones por la imposibilidad de acceder a trabajos calificados. Esto termina limitando las posibilidades de desarrollo individual, causando así grandes frustraciones.
Desarrollo socio-afectivo incompleto
En condiciones ideales, la adolescencia debe ser una etapa de exploración. Puesto que la identidad se encuentra en construcción, solo mediante la experimentación personal pueden desarrollarse los rasgos adecuados para llevar una vida adulta plena. Sin embargo, el compromiso de un matrimonio temprano conduce a dos realidades indeseables: o bien el individuo debe restringir sus posibilidades de experimentar y conocer, originando conflictos consigo mismo, o bien continúa su proceso de exploración generando conflictos con su pareja.
Efectos a largo plazo
Los personas que han contraído matrimonio durante su adolescencia generalmente tienden a percibir su vida como “si algo les hiciera falta” y eventualmente pueden culpar a su pareja por esa sensación. También pueden desarrollar mecanismos inconscientes que los llevan a sentirse atraídos por experiencias adolescentes en edades tardías de su vida, con lo cual encuentran dificultades de adaptación a su entorno. Adicionalmente, para la mujer y su hijo hay riesgos de salud cuando los partos se dan antes de completar el desarrollo pleno.
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