Diferencias entre un monólogo y un soliloquio

El monólogo y el soliloquio son técnicas literarias que utilizan los escritores de ficción para destacar a un personaje, aumentar la tensión, desarrollar relaciones y avanzar la trama en las narraciones.

El diccionario de uso del Español actual de 1997 define a los conceptos “monólogo” y “soliloquio” como sinónimos porque se usan de manera indistinta para referirse al “discurso o reflexión en voz alta que realiza una persona que habla a solas o consigo misma”.

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Los escritores, especialmente los de teatro, han utilizado ambas técnicas durante siglos, como es el caso del dramaturgo inglés William Shakespeare, quien en su obra Hamlet hizo famosa la expresión “Ser o no ser, esa es la cuestión” en el marco de un monólogo del personaje central.

Sin embargo, la referencia a que ambos vocablos se refieran a un discurso o reflexión en voz alta que realiza una persona es lo único en común entre ellos. Veamos entonces por qué no se consideran lo mismo.

Qué es el monólogo y ejemplos

La palabra "monólogo" deriva de la raíz latina "mono", que significa "solo" y "logue", que significa "hablar." Un monólogo es un discurso de una sola persona.

En una obra de teatro, se produce un monólogo dramático cuando un personaje habla consigo mismo en voz alta cuando no hay otros personajes ya sea en el escenario o al alcance del oído.

Un monólogo interior, una corriente de pensamientos o emociones de un personaje, se presta bien a las novelas, donde un narrador da al lector el acceso a lo que pasa por la mente de un personaje.

En las novelas, la poesía y el teatro se pueden encontrar monólogos famosos. El narrador del poema de Robert Browning "Mi última duquesa" presenta un monólogo, en el que su fría interpretación de su esposa muerta revela que él es un personaje bastante horrible.

La novela de la Primera Guerra Mundial de William Faulkner, "El ruido y la furia", utiliza corrientes de conciencia para registrar los monólogos interiores de las experiencias de varios personajes principales.

¿Qué es el soliloquio?

Un soliloquio es un monólogo restringido al drama que los actores realizan sólo cuando están solos, o cuando creen que lo están. Dado que una obra de teatro contiene sobre todo diálogos, y muy poco narración, un soliloquio es la única vez que una audiencia pueda acceder a la mente de un personaje.

En general se considera al soliloquio como un tipo de monólogo condicionado al teatro. Por ejemplo, se le llama así a un discurso desarrollado por un personaje en un momento de la obra en que está solo o separado de los demás.

¿Entonces un soliloquio sería como un monólogo? No en la práctica, pues el monólogo en sí puede conformar toda la obra con un solo personaje hablando ante el público, mientras que el soliloquio es solo un discurso individual dentro de una obra más compleja y con varios actores.

Los soliloquios generalmente se consideran auténticos porque cuando nadie está escuchando, el personaje no tiene ninguna motivación para mentir, mientras que otras veces en una obra, el discurso de un personaje puede no ser digno de confianza.

Ejemplos de soliloquios

William Shakespeare utilizaba a menudo soliloquios. Quizás el más famoso soliloquio de todos los tiempos es el discurso de Hamlet de "Ser o no ser", donde se plantea si debía matar a su padre, y de hecho, si él aún debe seguir viviendo.

En "Romeo y Julieta", el personaje de Julieta da un soliloquio: "Romeo, Romeo, ¿a qué eres Romeo?"- sin darse cuenta de que Romeo, de hecho, la está escuchando.

En base a estos ejemplos, podríamos decir que el soliloquio es un discurso que la persona mantiene consigo misma y que al ser expresada en voz alta le permite exteriorizar sus sentimientos, dudas o miedos, a pesar de estas solo en ese momento.

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En la vida real, sin embargo, existe una especie de sesgo contra el soliloquio, pues en muchos casos “hablar solo” representa un signo de locura o una incapacidad de la persona para decir las cosas directamente a los demás interlocutores.

Pero la realidad es que el soliloquio se caracteriza por tener mayor coherencia en las ideas expresadas que el monólogo, ya que su fin es comunicar emociones e ideas relacionadas con un argumento y una acción, mientras que el monólogo se usa más para expresar un aspecto sicológico o de la personalidad de quien habla.