Cómo envolver un huevo para que no se rompa

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La forma ideal para llevar un huevo es dentro de una caja de huevos. Los cartones de huevos están diseñados para soportar, amortiguar y estabilizar el huevo con el fin de que no se agriete en su camino desde la granja hasta tu casa. Cuando se trata de un huevo suelto, el transporte puede ser un problema. La clave para envolver un huevo de modo que no se agriete es doble estructura y amortiguación. Un contenedor se quedará con los huevos protegidos de fuerzas externas, y capas de amortiguación se mantendrá la aparición de grietas entre sí.

Cubre el fondo de la caja con 2 pulgadas (5 cm) de papel de periódico arrugado. Arruga el papel hoja por hoja antes colocarlo en el fondo de la caja para una máxima amortiguación. Asegúrate de que no haya huecos en donde el huevo(s) pueda caer y topar al fondo de la caja.

Coloca el(los) huevo(s) de lado sobre el periódico. Si hay más de uno asegúrate de que haya por lo menos 2 pulgadas (5 cm) de espacio entre cada uno de los huevos. De lo contrario, pueden moverse y golpearse.

Cubre el(los) huevo(s) con suficiente periódico arrugado de tal manera que llegue por lo menos a 1/3 de pulgada (0,84 cm) por encima del borde superior de la caja (por lo menos 2 pulgadas (5 cm) de papel arrugado). Si tienes más de una capa de huevos, cubre los huevos con 2 pulgadas (5 cm) de papel periódico arrugado, seguido de una segunda capa de huevos. Luego, llena el recipiente con otra capa de papel de periódico hasta llegar mas o menos a 1/3 de pulgada (0,84 cm) por encima del borde superior de la caja (por lo menos 2 pulgadas (5 cm) de papel arrugado).

Coloca la tapa de la caja.

Asegura la tapa con cinta adhesiva para evitar que se mueva durante el transporte.