Cómo escribir una composición reflexiva

Una composición reflexiva, también conocida como ensayo reflexivo, es un tipo de escrito que recapitula y evalúa una experiencia personal. Una composición efectiva no sólo replantea la experiencia completa (ya sea una pasantía de verano o una clase desafiante), sino que también evalúa las lecciones e ideas aprendidas durante la vivencia. Un escrito de este tipo consta, por lo general, de cerca de 500 palabras, dependiendo de la naturaleza de la tarea. Una composición reflexiva como esta, debe ser muy personal pero también estar bien editada y pensada.

Anota las ideas que te produzca tu experiencia personal. Usa un bloc de papel para anotar los momentos más importantes y los puntos de interés de tu experiencia. Un estudiante en una clase desafiante podría considerar como un momento importante de su experiencia la primera vez que pudo contribuir a una discusión durante la clase. Una forma común de organizar estos puntos importantes es escribirlos cronológicamente.

Construye una introducción. Esta debe incluir una explicación breve de la experiencia sobre la que hablarás en el cuerpo de la composición. Una excelente forma de comenzar una composición reflexiva es con una anécdota o una descripción corta de la experiencia. Por ejemplo: "Entré en el aula abarrotada con las manos sudorosas y las puntas de los dedos entumecidas, listo para mi primer día en el taller de escritura creativa. Nunca antes había intentado asistir a una clase de este tipo". Después de la descripción breve, añade los detalles sobre la duración de la experiencia y cualquier otro detalle circunstancial.

Escribe el cuerpo principal de la composición usando cada párrafo para introducir solo una experiencia o momento crucial. Organiza el cuerpo en orden cronológico, con los puntos de interés que anotaste en el Paso 1. Cada párrafo debe discutir los momentos más influyentes de tu experiencia, como conocer a un mentor importante o lograr vencer algún obstáculo. También puedes usar un párrafo para algún desafío especialmente difícil que hayas vivido en el proceso. Comienza cada párrafo con una oración que introduzca al lector al nuevo tema del que hablarás en el párrafo. Por ejemplo: "Comencé a hacer progresos en mi estilo de escritura en la sexta semana de clases, cuando conocí a Brian Smith". Esta oración presenta al lector el escenario, el momento y la gente involucrados en tu historia. El cuerpo del ensayo debe tener alrededor de tres párrafos, en el caso de los más cortos.

Escribe una conclusión que refleje la importancia del evento o experiencia. Este párrafo debe enfocarse en la información y las lecciones que has aprendido durante la experiencia, en lugar de recapitular lo que has vivido. Por ejemplo: "Nunca habría adivinado lo influyente que sería el taller intensivo de escritura creativa que cursé durante el verano para mi proceso de escritura. Ahora escribo una prosa más clara debido a mi trabajo con Brian Smith. También me conecté emocionalmente con algunos escritores compañeros que me apoyaron para que continuara trabajando en mi manuscrito".

Escribe oraciones claras y nunca uses abreviaturas. Evita usar jergas o malas palabras en la composición reflexiva.