Cómo escribir un poema en prosa

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La poesía con rima y metro fue la poesía estándar por siglos antes de los poetas modernos en los primeros años de 1900; a partir de ahí, los modernistas escribieron poesía en prosa. Aunque cualquier escrito debe tener ortografía y gramática correctas, hay muchas reglas que se pueden romper con licencia artística para transmitir las ideas del escritor. La poesía en prosa es la forma de romper las reglas establecidas por la poesía tradicional y es la manera más libre para que los poetas plasmen sus pensamientos en papel.

Elije un tema. Aunque tu poema no deba proteger la moral del lector, debe transmitir algo. Elije un tema que te haga sentir algo o uno sobre el que tengas una opinión para que la reflejes en el poema.

Planea la estrategia. ¿Cómo vas a reflejar tus pensamientos? Si planeas utilizar como herramienta el lenguaje figurativo, escribe las metáforas, símiles, imágenes, alegorías o cualquier otra figura que vas a usar antes de escribir tu poema para que tengas una imagen clara de cómo las puedes aplicar a tu escrito.

Decide cómo vas a estructurar el poema. La estructura puede cambiar después de que escribas los primeros borradores, pero elegir un metro u otro va a determinar cuán sucinta o detallada será tu voz, pues, aunque sea un poema en prosa, estas cosas van a variar según tu disponibilidad. También decide la terminación del poema, es decir, la última palabra de cada línea. Los lectores no se detendrán a leer esta última palabra, pero debe dejar una impresión en el lector.

Escribe tu primer borrador. Olvida las reglas que aprendiste sobre poemas con ritmo y metro, este poema será de la forma que tu decidas. La parte más importante al escribir el primer borrador de un poema en prosa es experimentar. Escribir un poema no es como escribir un libro, es un proceso breve que será escrito varias veces y que no tomará un periodo abrumante de tiempo. Escribe, pues siempre lo podrás cambiar.

Deja de lado tu poema. La tendencia entre los escritores es querer terminar sus textos tan pronto como escriben el primer borrador. Pocas partes de este proceso son tan importantes como ignorar tu poema por un tiempo, incluso por días. Después vuélvelo a leer y tendrás una nueva perspectiva.

Lee el primer borrador. Decide si el material con el que experimentaste es valioso. Aunque hayas escrito en prosa, es una pieza breve, así que afínala donde puedas. Evita las palabras triviales. Mientras mejor escrito esté un poema, con más seguridad el lector lo leerá hasta la última palabra.

Muéstrale tu poema a un compañero. Después de que lo lea, pregúntale inmediatamente si notó las ideas que expresaste con lenguaje figurativo. Haz esto con mente abierta, pues no todos van a amar tu trabajo.

Edita tu poema hasta que te sientas satisfecho con el resultado final. Tal vez tengas que hacer algunas correcciones, así que aléjate de él por unos días y repite el proceso hasta que leas tu poema y ya no hagas cambios.