Cómo escribir un prólogo
Escrito por Estefanía Mac ; última actualización: February 20, 2019El prólogo es el texto preliminar al contenido o cuerpo de un libro, que puede ser escrito por el autor de este o por otra persona y cuya función es introducir al lector en la trama de la obra, describir el propósito y el alcance de la información contenida en él y explicar la idea que motivó la creación literaria.
Aunque no se trata de la obra en sí, a muchos autores se les hace difícil redactar el prólogo de manera tal que la complemente adecuadamente.
Si este es tu caso, aquí te diremos algunos consejos para que puedas hacer un prólogo a la altura de tu creatividad.
Desde la edad media el prólogo empezó a ser usado con mayor frecuencia hasta convertirse en muy poco tiempo en parte indispensable de toda obra literaria.
Características de un prólogo
El prólogo te permite presentar a los personajes claves, alguna vivencia previa de estos que influirá en la trama o simplemente los antecedentes o una descripción del momento histórico, político o social en que se desenvuelven sus vidas, entre otros detalles.
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Esto significa que puedes usarlo para introducir historias preliminares importantes para que el lector entienda lo que vendrá después, y así poder liberar el contenido del libro para ir directo al tema que te interesa.
En obras de tipo técnico, el prólogo puede servir para explicar el marco teórico de la misma.
Puede ser escrito por el autor del libro o por una segunda persona que ya lo haya leído.
Independientemente del lenguaje usado en la obra, el prólogo se estructura de manera expositiva y siguiendo una lógica lineal. Además, aquí se incluyen los agradecimientos a personas o grupos que ayudaron a crear la obra.
Pasos para escribir un prólogo
Primero, es necesario leer la obra si no eres tú quien la escribió.
Identifica los puntos de interés en la trama o contenido. Esto incluye datos de interés que sean comunes entre diferentes secciones de libro, si se trata de una selección de temas.
Explica la teoría o fundamentos que hacen interesante la obra. En una novela de amor puedes referirte al tema romántico en la literatura universal, los prejuicios que existen sobre el amor o los conflictos que este genera en el ser humano, ya sea en la juventud o en la adultez. Es importante incluir detalles sobre el autor y sus razones para escribirla.
Al igual que cualquier otro análisis, el prólogo debe tener una estructura que incluya descripción del autor y tema central, puntos a resaltar sobre el tema o contexto histórico y un cierre en que invites al lector a disfrutar del escrito hasta el final.
Lee tu prólogo ante otra persona o hazlo en solitario en voz alta. Así podrás identificar mejor los párrafos clave y mejorarlos para hacerlos más directos y atrayentes.
Puedes jugar con la descripción de personajes y mostrar un perfil de su personalidad o mostrar antecedentes de la situación histórica que rodea al personaje y sus relaciones personales.
Evita usar lenguaje recargado. Mientras más claro y directo sea tu lenguaje, mucho más interés despertarás en el lector.
El prólogo debe dar un atisbo de la trama, pero sobre todo, de algún aspecto interesante de esta que enganche al lector. Si se trata de una novela, esto vale tanto para las de ficción como para las de amor, suspenso o terror
Tipos de Prólogo
Entre los tipos de prólogo más comunes tenemos los siguientes:
Prólogo literario. Es el que se hace a un escrito o libro como forma de introducción.
Prólogo filosófico. Su intención es fomentar una disertación filosófica sobre el tema de la obra o expresar parte de las ideas y pensamientos propios del autor o de quien elabora el prólogo.
Prólogo informativo. En este se da un contexto o datos concretos sobre la obra.
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Prólogo musical. En este caso se trata de una pequeña obra musical, interpretada en grupo o por un artista individual, que introduce al público a un concierto u obra de mayor envergadura.
Prólogo teatral. Suele ser una obra corta usada para introducir un contexto. A veces puede ser una poesía sobre el tema del libro, por ejemplo, el amor, la vejez, la soledad, etc.