Juegos para la escuela dominical sobre la oración

Escrito por Misty Barton ; última actualización: February 01, 2018
Ciaran Griffin/Stockbyte/Getty Images

Educar a los niños en el camino del Señor puede ser una tarea difícil, especialmente cuando se buscan formas de ayudarlos a recordar grandes lecciones, o practicar habilidades importantes. Uno de estas grandes habilidades es la oración, y al igual que con otros temas bíblicos, es a menudo más fácil enseñarles a través de la diversión.

Oraciones musicales

Coloca las sillas para el viejo juego de las sillas musicales. Coloca en la parte de atrás de cada una, una foto de algo o alguien por lo que los cristianos oran. Estos asuntos pueden incluir temas o imágenes incluyendo soldados, a los miembros enfermos, familia, necesidades diarias, la iglesia, los débiles y todos los necesitados. Se puede jugar con las normas tradicionales, salvo que no se retiran las sillas después de cada ronda. En cambio, cuando la música para, cada niño ofrecerá una breve oración por el tema pegado a su silla. Cuanto más jueguen, más practican, y éstos ofrecerán sus oraciones, y se reforzarán los tipos de cosas por las que deben orar.

Volleyball o papa caliente orante

Después de estudiar los grandes ejemplos de oración coloca resúmenes de estas historias de la biblia en una pecera, gorra, bote de basura o cualquier cosa que puedas aprovechar. Pide a los estudiantes jugar a la papa caliente con una bola o tratar de mantener un globo en el aire con golpes cono en el voleibol. Cuando la música se detenga o se caiga el globo, la persona que la sostenga debe tomar una historia de la canasta y leerlo en voz alta, y luego ofrecer una oración similar para mostrar cómo la lección aprendida en la historia, se puede aplicar a la vida cristiana de hoy.

De tin, marín, de do pingüé orante

Haz que los niños se sienten en un círculo y utilicen el siguiente verso: en el "De tin, marín, de do pingüé, mientras corren alrededor de éste. El pequeño que es seleccionado para ser "bendecido" se mueve al regazo de la maestra, y el otro se sienta en el lado izquierdo del asiento vacante. El primero debe decir lo que quiere que se ore, por ejemplo "me caí y me raspé la rodilla. Reza por mí ". No importa el significado de la petición sino que sean legítimas. Este proceso se repite y le da la oportunidad a cada niño de tener un afecto individual por la maestra al menos una vez por año.

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