¿Qué hace que una manzana se pudra?

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Las frutas como las manzanas pueden pudrirse y no servir más con el tiempo. El moho y los hongos provocan la degradación más rápida, pero incluso exponer una manzana al calor puede provocar que se oxide. Las macas y las picaduras son la vía más veloz por la cual el moho y los hongos pueden asentarse. Los distintos patógenos producen diferentes efectos sobre las manzanas podridas.

Oxidación

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La manzana fresca tiene compuestos químicos, conocidos como fenoles, que reaccionan con el oxígeno cuando se los expone al aire. Una vez que la cáscara de la manzana se abrió, los compuestos entran en contacto con el oxígeno y las enzimas de la fruta, conocidas como polifenoles, se oxidan, lo que provoca esa característica reacción amarronada. Una manera de impedir que se oxiden es guardarlas en agua ácida, que se obtiene agregando una parte de jugo de limón cada cinco partes de agua. Además, la refrigeración contribuye a desacelerar el proceso de oxidación.

Manzana podrida

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Los hongos pueden apoderarse de las manzanas, particularmente a través de una picadura o algo parecido que rompa la cáscara de la manzana. Las causas más comunes de putrefacción son los hongos Penicillium expansum y Monilinia fructígena. Estos seres vivos se alimentan y matan a las células que componen la manzana. Los hongos producen enzimas pépticas que rompen la pectina a fin de exponer los nutrientes de las células. Los distintos tipos de hongos y mohos producen diferentes daños relacionados con el pudrimiento.

Humedad, luz y calor

Los factores ambientales pueden afectar la rapidez con la que una manzana se pudre. Si las guardas en un lugar fresco, disminuirás la velocidad con la que comienzan a aparecer los signos de que se está pudriendo pero lo que no podrás conseguir es disminuir la cantidad de daño si el período de conserva tiene que ser muy largo. La humedad, a niveles moderados, no acelera el pudrimiento. Aunque las manzanas necesitan luz para madurar, los hongos y el moho no. La luz que no está acompañada por calor no debería acelerar el proceso de putrefacción de una manzana.