Materiales usados para hacer un bote

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boat image by michele goglio from Fotolia.com

Los materiales de los botes no han cambiado mucho en varias décadas. Los botes que navegaron los océanos en tiempos antiguos tenían formas y estructuras similares a las de sus contrapartes modernas. Algunos materiales han evolucionado, y otros han mejorado con mejores métodos de producción, hacer botes ahora es más confiable y más duradero que aquellos del pasado.

Madera

La madera es el material original de los botes. Mientras que pocos botes en el mercado moderno de botes están hechos completamente de madera, existe una gran nostalgia alrededor de las renovaciones de botes viejos de madera. La madera es un buen material base para los marcos. Puede ser manipulada para lograr formas interesantes, y es fuerte y flotante. Los botes de madera requieren un mantenimiento substancial para mantener su integridad impermeable. Un sellador de laca aplicado directamente a la madera, seguido por una pintura duradera, funciona mejor. El tipo de madera usada en la elaboración de botes es importante también. Las maderas duras no son tan fácilmente moldeables como lo son las maderas blandas, y son muy pesadas como para usarse en los botes más pequeños. Los barcos grandes pueden soportar madera dura, palo de hierro y otros materiales pesados, y tienen mayor duración que otras maderas más débiles. La teca es la mejor madera natural para uso marino. Otra razón por la que solo pocos botes modernos usan madera para sus cascos es la tendencia a quebrarse, fracturarse o rasgarse con el impacto. El contrachapeado marino es usado para la mayoría de los marcos de botes, es simplemente una forma de madera chapeada tratada con una resina especial para combatir el moho, podredumbre y el daño por el agua. El abeto de Douglas es la madera más usada para el contrachapeado marino. Es una madera muy resistente y liviana. El contrachapeado marino viene en anchos como los de un contrachapeado estándar, de 1/4 de pulgada a 3/4 de pulgada (0,64 cm a 1,91 cm).

Metal

Para viajes en el océano de larga distancia, negocios grandes de pesca y otros usos toscos, el metal sigue siendo una opción popular para la elaboración de botes. Aunque este material tiene algunos problemas, como la corrosión, y necesita mucho trabajo para mantener su buen aspecto. El mantenimiento regular, que incluye pintura para proteger el metal puro del agua y la sal del océano, mantiene alejada la corrosión. Pero cuando el material de todas formas se corroe, el lijado y emparchado pueden ser suficientes para mantener el agua fuera. La razón principal por la que el metal sigue siendo popular es su resistencia, venciendo a la fibra de vidrio y la madera cuando se trata de impactos. El metal es la apuesta más segura cuando estás lejos de tierra y hay un impacto o te estancas. Dos opciones para los botes de metal son el aluminio y el acero. Este último es más fuerte y menos propenso a la corrosión, pero es pesado y solo recomendable para barcos muy grandes que pueden compensar el peso. El aluminio funciona mejor para botes de pesca pequeños porque es duradero y liviano, pero no es práctico para barcos muy grandes.

Fibra de vidrio

En 1933, Everett Pearson exitosamente construyó su primer bote de fibra de vidrio y empezó una tendencia que continúa en la actualidad. La fibra de vidrio es resistente, un material a prueba de agua que no tiende a la corrosión como lo es el metal y no se pudre de la manera que lo hace la madera. Sin embargo, los primeros botes de fibra de vidrio utilizaban marcos de madera. Si cualquier área de la resina de fibra de vidrio se había quebrado o astillado, el agua podía meterse dentro y causar que el marco se pudra. Las fabricas modernas vierten fibra de vidrio dentro de moldes y elaboran cascos libres de madera que no se pudrirán.