El nivel de decibeles en una conversación normal

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El sistema de decibeles representa la intensidad de un sonido. Este sistema posee una escala logarítmica, lo que significa que los decibeles aumentan exponencialmente. Cada incremento de 10 decibeles representa un aumento de diez veces de energía. De este modo, un sonido de 30 decibeles tiene 10 veces la energía de un sonido a 20 decibeles y 100 veces la energía de un sonido en de 10 decibeles.

Conversación normal

Una conversación normal entre dos personas generalmente tiene un rango de 50 a 60 decibeles. Cuando dos personas están hablando en un lugar público con ruido de fondo, la conversación es más fuerte, con alrededor de cinco decibeles extra. Sin embargo, debido a los diferentes patrones de conversación entre las personas, el rango de una conversación normal podría alcanzar los 65 decibeles en el caso de algunas personas que naturalmente hablan más fuerte que el promedio. Por el contrario, algunas personas que hablan naturalmente con menor intensidad pueden tener un nivel medio de 47 decibeles durante una conversación normal.

Gritos

Los niveles de los gritos pueden variar, especialmente entre hombres y mujeres. Por lo general las mujeres tienen un menor nivel de intensidad efectiva que los hombres y es posible que solo puedan ser capaces de gritar a unos 75 decibeles. Algunos hombres, en cambio, pueden gritar por sobre los 100 decibeles. Aproximadamente el 15 por ciento de las mujeres no pueden elevar sus voces por encima de los 75 decibeles, mientras que el 15 por ciento de los hombres pueden gritar por sobre los 96 decibeles.

Susurros

El límite inferior general para una conversación es de alrededor de 30 decibeles. Algunas personas pueden ser capaces de susurrar más bajo que esto, pero los oyentes pueden tener problemas para entender una conversación por debajo de 30 decibeles. Este es el límite más bajo y algunas personas pueden llegar a susurrar hasta los 40 decibeles.

Umbrales del oído

Debido a que los decibeles son una medición relativa en lugar de una medición absoluta, el límite más bajo para el oído es de 0 decibeles. Cualquier persona expuesta por periodos prolongados a sonidos por encima de los niveles de decibel de una conversación normal, esto es a 85 decibeles o más, corre el riesgo de dañar su audición mediante la alteración de las estructuras sensibles del oído humano. A los 120 decibeles, las personas experimentan dolor. Este sonido sería equivalente al ruido de un martillo neumático cercano.