Objetivos de la pintura

Guardar

Hemera Technologies/PhotoObjects.net/Getty Images

El origen de la pintura data de las pinturas prehistóricas de hace 30.000 años. Estos dibujos primitivos, en su mayoría de animales, comenzaron con la gran historia de la pintura artística que sigue evolucionando. Los objetivos de la pintura también han cambiado y son tan multifacéticos como la cantidad de los mismos artistas. Algunos de los objetivos principales de la pintura son el realismo, la abstracción, los retratos y la expresividad.

Realismo

El realismo, la representación vívida de una imagen en el lienzo del mundo real o cualquier otro medio, dominó la pintura durante mucho tiempo. El realismo alcanzó su punto máximo en la era del Renacimiento y continuó con la producción de trabajos de alto calibre durante los siglos XVII y XVIII. Estos artistas tenían como objetivo retratar la realidad del mundo "exterior" en lugar de dar su propia interpretación artística. Rembrandt fue considerado un genio en la pintura realista.

Abstracción

Como arte en continua evolución, los pintores comenzaron a trabajar con la abstracción como un objetivo. En la pintura abstracta, la imagen no tiene que ser "similar" a lo que es en realidad. En los trabajos extremadamente abstractos es posible que algo no parezca reconocible en el mundo real. El cubismo que surge a principios del siglo XX, es un género cuyo objetivo gira alrededor de la abstracción. El cubismo usa formas y objetos que se deforman y se reorganizan para presentar una imagen en una forma única.

Retratos

El retrato es uno de los principales objetivos de la pintura. Desde hace miles de años, los humanos han buscado representar sus propias imágenes en la pintura. Simplemente el retrato es la pintura de imágenes, en ocasiones de cuerpos enteros y en ocasiones de las cabezas. El retrato se ha usado a lo largo de la historia del arte para conmemorar a los reyes, a los filósofos y a las personas ordinarias.

Expresividad

Aunque todo el arte se expresa de forma personal, la "expresividad" se refiere a un objetivo específico en el que el artista usa técnicas "pictoricistas" para poner énfasis en el proceso creativo y en la auto proyección emocional. Este objetivo llegó incluso al movimiento artístico del siglo XX del Expresionismo con trabajos famosos como "El grito" de Edvard Munch. El objetivo de la pintura expresiva es visualizar en el lienzo los sentimientos internos del artista. La pintura expresiva puede y a menudo incluye roturas muy visibles (pinceladas) y campos de color y pintura sin mezclar.