Partes del cuerpo de un zorro
Escrito por Jack Gerard ; última actualización: February 01, 2018Los zorros son unos de los depredadores más bellos de la naturaleza. Originario de muchas partes del mundo, incluyendo los Estados Unidos, Canadá, Europa y Asia; los zorros se encuentran en casi cualquier país y entorno. Son depredadores muy astutos y con sentidos muy agudos, y poseen impresionantes habilidades cognitivas que sólo añaden más misterio a su reputación. A pesar de las diferencias entre las razas existentes, tales como la del zorro rojo, ártico y fennec, su anatomía no difiere significativamente.
Características generales
Los zorros rojos, como su nombre lo indica, son por lo general de un color marrón rojizo (aunque su piel también puede tener tonos blanco, negro y otros). Un cambio natural en sus colores ha dado lugar a una raza conocida como el zorro plateado (con pelaje predominantemente gris). Los zorros árticos sufren un cambio drástico de color entre las estaciones, su piel de invierno es blanca, mientras que la de verano es de color marrón, negro o gris. Los zorros fennec, una raza pequeña que vive en el desierto, tienen orejas grandes y pelaje marrón polvoriento. Similares a los perros pequeños, los zorros pueden pesar tan poco como 5 libras (2 kilogramos), en el caso de los fennecs, o hasta 17 libras (7,8 kilogramos), en el caso de los zorros rojos. Pueden medir entre 12 y 25 pulgadas (30 y 63 centímetros) de largo, sin contar la longitud de la cola. Al igual que los gatos y los perros, los zorros pierden su pelaje cuando se calientan en la primavera, y les crece uno más grueso en el otoño, cuando empiezan a enfriarse.
Cabeza
La mayoría de los zorros tienen caras muy delgadas. Los rojos, plateados y árticos tienen orejas ligeramente más grandes de lo que parece proporcional para sus cabezas; los fennecs, por el contrario, tienen orejas casi proporcionales a sus cabezas. Las orejas de un zorro son capaces de moverse en varias direcciones, asistiendo a su sentido muy afinado de la audición. Sus ojos generalmente varían de color desde un tono ámbar oscuro a un dorado suave, aunque también pueden tener otros colores. En los ojos tienen pupilas que parecen una hendidura vertical, similar a la que se ve comúnmente en los gatos.
Cola
Los zorros tienen una cola grande para su tamaño, que puede ser casi tan larga como todo su cuerpo y cabeza. La cola es espesa y tiende a ser del mismo color que el cuerpo, pero con la punta blanca. Al igual que en los gatos, la cola larga le ayuda a equilibrarse, sobre todo al saltar o moverse. Los zorros también utilizan sus colas para comunicarse con otros de su especie y para ayudar a mantener el calor en los climas fríos. Todas las razas, excepto los fennecs, tienen poderosas glándulas de almizcle cerca de la base de su cola; los fennecs han evolucionado de tal manera que no producen el almizcle para que no perder humedad, muy preciada en el desierto.
Patas y garras
Los zorros tienen patas largas y delgadas, ideales para la velocidad. Los zorros plateados tienen las patas negras hasta la rodilla, como una marca característica, mientras que las otras razas tienden a tener un color más uniforme en sus piernas. Los zorros pueden moverse a velocidades de hasta 30 kilómetros por hora y pueden saltar a una distancia de hasta 6 pies (1,8 metros). Son ágiles, y con frecuencia tienden a hacer un giro doble (cruzando su camino ya recorrido) para confundir a los depredadores o presas. Sus patas tienen garras afiladas, lo que les ayuda en la caza sorpresiva; los zorros fennec tienen garras especialmente poderosas, lo que les permite cavar rápida y profundamente en la arena y en otros materiales blandos.
Abdomen
El vientre de la mayoría de los zorros es de un tono blanco, aunque esto puede variar desde un blanco similar al de la nieve hasta un color crema. Aunque durante el verano es practicamente imperceptible, su pelaje es excepcionalmente grueso al final del otoño o al iniciar el invierno. Todas las razas de zorros son muy flexibles, capaces de girar y dar vuelta con rapidez, tanto para eludir a los depredadores como para colocarse fácilmente detrás de una presa que pensó que había escapado de su atención.