Partes de una planta de maní
Escrito por John Biles ; última actualización: February 01, 2018
Los maníes se usan para muchas cosas de la vida diaria, como alimentos, detergentes y piedras sanitarias para los gatos. No son un tipo de nuez (un error común) sino que en realidad pertenecen a la familia de las leguminosas, una categoría de plantas que incluye semillas y granos. Los maníes comparten el linaje con otras legumbres como los guisantes. Las plantas están compuestas por diversas partes incluyendo tallo, flores, raíces, varillas y maní.
Tallo
El tallo del maní crece aproximadamente hasta una longitud de 18 pulgadas (45 cm). La mitad superior es la que produce hojas mientras que la inferior produce flores amarillas y "vainas". Por debajo del suelo, las raíces crecen en forma de tallo y le brindan una base sóilda y nutrición a la planta.
Flor
La flor crece sobre la mitad inferior de la planta y produce pétalos grandes y amarillos. Una vez que ha polinizado, la flor pierde los pétalos y comienza a presionar hacia el suelo para luego transformarse en una varilla, el ovario de la planta. A diferencia de algunas plantas, la de maní se autopoliniza, lo que significa que usa su propio polen en lugar de depender de una abeja u otro insecto que transfiera el polen de una planta a la otra.
Vaina
A veces considerada el ovario de la planta, la vaina brota del tallo y presiona contra el suelo antes de que se comience a formar el maní. La vida de una planta de maní es de aproximadamente cinco meses. En el transcurso de ese tiempo, tiene la capacidad de producir aproximadamente 40 maníes antes de la cosecha.
Raíces
Las raíces de toman el nitrógeno del aire para nutrir a la planta. También enriquecen el suelo alrededor de la misma y absorben el agua del suelo, que mantiene viva a la planta. Cada planta crece como una raíz pivotante de la cual brotan raíces secundarias más pequeñas. La raíz secundaria crece cuatro a seis pulgadas (10 a 15 cm) dentro del suelo, mientras que la principal crece cerca de 18 pulgadas (45 cm).
Maní
El maní comienza como un embrión en la punta de la vaina. Una vez que esta está en el suelo, el embrión del maní presente en la punta de la vaina comienza a crecer y gira de tal manera que crece horizontalmente. A medida que crece, se forma una vaina que aloja hasta cinco maníes. Esta una vez madura y seca se transforma en la conocida cáscara del maní.
