Cómo hacer pegamento a partir de escamas de pez

Para entender por qué los pescadores de las costas de Borneo y Sumatra solían guardar las escamas de pez junto a otras partes de los peces para hacer pegamento, debes entender la composición química de las mismas. De acuerdo a NIMS, o Instituto Nacional de Materiales para la Ciencia (Ver referencias) las escamas de pez están hechas de fosfato de calcio y proteína o colágeno. Aparentemente el calor libera el calcio del colágeno resultando en un pegamento viscoso.

Recoge las escamas de pescado de uno como la trucha de agua salada. Quizá tengas que acceder a la basura de un mercado donde descaman un pescado todos los días antes de prepararlos para cocinar. Necesitarás alrededor de 12 onzas (340 g) de escamas para hacer un par de onzas (28,3 g) de pegamento.

Lava muy bien las escamas con mucha agua, forzándolas a través de un tamiz durante el enjuague. Quita la mayor cantidad posible del olor del pescado o tu pegamento será intolerable.

Cubre las escamas con agua hasta que estén cubiertas en un contenedor cubierto a prueba de calor. Llévalo al hervor y déjala hervir a fuego lento hasta que las escamas se conviertan en una masa de papilla viscosa suave. No permitas que agua extra entre en la olla y evita que el fluido se evapore del contenedor. Los pescadores solían ponerlo en un contenedor cerrado que ponían en un contenedor más grande de agua hirviendo.

Cocina la mezcla a fuego lento por varias horas. Permite que el colágeno se disuelva entre 6 y 8 horas para que libere el fosfato de calcio en el agua. Cuando este pegamento es aplicado, el agua se disuelve y el fosfato de calcio formará una unión con lo que sea que toque.

Quita el contenedor del fuego e inspecciona el contenido. Si las escamas se han disuelto, enfría la mezcla y mantenla cerrada hasta que estés listo para usarla. Esto debería producir un pegamento mucilaginoso claro que es un fuerte adhesivo. Mantenlo frío y bien cerrado cuando no lo uses. El pegamento estará bueno por 6 semanas.