Cómo sacarle las impurezas al oro

Escrito por Robert Paxton ; última actualización: February 01, 2018
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El mineral de oro, cuando se descubre en la naturaleza, suele encontrarse combinado con otras piedras y metales, como la plata y el plomo. En ese estado natural no pueden apreciarse las virtudes estéticas del oro, ni tampoco les permite a los trabajadores de oro realizar joyas con facilidad. Los refinadores de oro emplean varios métodos distintos para quitar esas impurezas y alcanzar un nivel elevado de pureza en el producto final. La eliminación de las impurezas mediante la fundición del mineral es un método que se ha utilizado por cientos de años. También se han desarrollado otros métodos con el transcurso del tiempo, ya que la tecnología ha avanzado y el entendimiento de los elementos químicos por parte de los refinadores ha mejorado.

Coloca el mineral de oro en una forja. Ahora pon la forja en una caldera. Calienta a 1.100 grados Centígrados. La escoria se elevará a la superficie. Retira la forja de la caldera por algunos momentos y saca las impurezas de la superficie del oro derretido. Revuelve el oro luego de cada extracción de escorias y antes de regresarlo a la caldera. Repite este proceso hasta que la escoria deje de aparecer en la superficie.

Pon el mineral de oro y una pequeña cantidad de plomo en una copela. Coloca la copela en un alto horno. Calienta la mezcla hasta que el plomo y el oro se licúen. El alto horno golpea la copela con aire caliente. El plomo se combina con otros metales y forma compuestos de óxido que se separan del oro. Este proceso funciona mejor con pequeñas cantidades de mineral de oro.

Sumerge el oro sin refinar en una mezcla de ácidos nítrico y clorhídrico. Este método disolverá el mineral y separará al oro de las impurezas, que después se pueden lavar. Las sustancias restantes serán simplemente agua y oro y éste tendrá un nivel de pureza de más de 99,99 por ciento. Seca este residuo hasta que sólo quede polvo de oro. Este método no es útil si hay grandes cantidades de plata presentes en el mineral.

Añade un poco de cobre y plata a la forja antes de derretir el oro en la caldera. Retira la forja y deja que la mezcla metálica se enfríe y se endurezca. Vierte ácido nítrico sobre la mezcla. El ácido disolverá la plata y cualquier metal base y quedará el oro puro. Este método se llama incuartación y separación.

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