¿Cómo soldar una lámina de cobre?

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Una lámina de cobre puede ser soldada con éxito usando una variedad de procesos. El mejor proceso para soldar cobre depende del grosor de la lámina, y hasta cierto punto del equipo para soldar disponible. Algunos procesos de soldadura (como por arco eléctrico pulsado) son más adecuados para ambientes de producción, mientras que otros están disponibles para pequeños talleres de fabricación e incluso para las manualidades caseras.

Generalmente, soldar láminas de cobre con un grosor de por lo menos 1/16 pulgada puede ser conseguido usando el equipo de soldadura MIG (GMAW). Para unir materiales más delgados, la soldadura TIG (GTAW) es el método preferido. La soldadura MIG es la más habitual y requiere menos habilidad.

Prepara la mezcla. Para láminas de cobre de unas 3/16 pulgada de grosor, bisela el borde antes de soldar. Para un material más delgado, una junta a tope es lo apropiado.

Limpia el área de soldadura. El cobre y las aleaciones de cobre son extremadamente sensibles a cualquier combinación sobre la superficie del metal que está siendo soldado. Usa disolventes frescos y trapos limpios, limpia completamente las dos piezas que van a ser soldadas.

Suelda la junta usando un tipo de movimiento en el que aprietes con la pistola MIG, apretando el charco delante de la soldadura. Pasa la pistola a una velocidad razonablemente rápida para prevenir quemaduras.

Las diferentes combinaciones para aleaciones de cobre, el equipo para soldar y los electrodos para soldar determinarán qué tipo concreto de ajustes necesita tu soldador. Para un montaje inicial, prueba de 22 a 28 voltios, de 270 a 300 amperios, y una velocidad de alambre de 189 a 200 pulgadas por minuto. Usando argón al 100%, ajusta el flujo de agua a entre 20 a 30 pies cúbicos por hora.