Cómo solucionar los problemas al hacer jabón casero
Escrito por Susan Kerr ; última actualización: February 01, 2018Hacer jabón casero puede ser un pasatiempo gratificante. Pero, es desalentador cuando una tanda no sale como lo esperabas, aunque es posible arreglarla. A veces un simple error o falla en mantener la mezcla a la temperatura correcta hará que se separe o que se ponga demasiado dura. Diagnosticar qué es lo que salió mal es el primer paso para que la próxima tanda salga bien, y que puedas incluir la mezcla que no te salió bien, para no perderla.
Vuelve a leer la receta que usaste. Puede ser que tenga errores o que hayas olvidado incluir algo cuando la hiciste. Usar la cantidad incorrecta de lejía o grasas puede interrumpir el proceso de saponificación. Ve a http://www.millersoap.com, presiona en "Troubleshooting Help", busca "Double Check Recipe" presiona en "download spreadsheets" y elige "soapsheet.exe". Este documento te muestra exactamente cuánta lejía usar en relación con el resto de los ingredientes.
Pesa los ingredientes. Esto es crucial cuando haces jabón porque las proporciones de los ingredientes deben ser exactos o la saponificación no se hará. Si no usas la suficiente lejía algunas de las grasas o aceites quedarán sin saponificar. El jabón puede quedar grasoso. Demasiada lejía puede resultar en un jabón que se deshaga. No lo uses sobre tu piel porque será demasiado duro. Vuelve a derretirlo con otra tanda.
Usa una batidora para mezclar y acelerar el proceso, especialmente si estás usando aceite de oliva. Demasiada pérdida de calor durante el proceso de mezcla puede evitar que comience el proceso de saponificación. Usa un molde que sea más profundo que 1 1/2 pulgadas (3,7 cm). Cubre y aísla el jabón una vez que lo has vertido en el molde. Remueve la cubierta cuando comience a solidificar para eliminar el resto del calor.
Vuelve a calentar una tanda de jabón que se ha enfríado demasiado o que hayas revuelto por demasiado tiempo. El jabón se puede separar en grupos con áreas aguadas adentro si realmente no se ha unido y lo has vertido demasiado rápido. El jabón que se ha enfriado demasiado puede estar duro y se puede romper cuando se lo corta. Usa un termómetro para monitorear su temperatura. Si has tenido una falsa saponificación la primera vez, vuelve a derretirlo y revuelve mientras lo calientas. Esto asegura una reacción completa entre la lejía, el agua y las grasas o los aceites.
Agrega sólo aceites con fragancias de calidad a la receta. Los aceites fragantes pueden hacer que el jabón forme granos como los del arroz si usas demasiado. Mide las fragancias cuidadosamente y agrégalas a las recetas que las necesiten. Si incluyes demasiado aceite cítrico puede hacer que se vayan a la superficie y formen como una película que le puedes quitar. Los aceites esenciales como los de rosa y bergamota generalmente no causan problemas.
Pon el jabón que no te ha salido bien en otra tanda o vuelve a derretirlo. Este proceso no salvará toda la tanda que salió mal pero podrás salvar una buena parte, por lo que vale la pena tratar.
Quita el polvo blanco que a veces se forma en la superficie del jabón. Lo puedes usar. El polvo se forma en los jabones que se han enfriado demasiado durante el proceso de fabricación o en los que fue usada demasiada lejía. Es un problema común de las recetas que incluyen azúcar o leche entre los ingredientes.
Consejos
Documenta cada una de las tandas de jabón que hagas para tenerlas como referencia. Si una de las tandas no sale bien, puedes leer las notas e identificar el problema.
Haz una lista de los ingredientes y los pasos a seguir antes de comenzar. Esto ayuda tanto a las novicias como a las experimentadas fabricantes a evitar que olviden algo.
Advertencias
No uses un jabón duro o que se deshaga sobre tu piel. Puede tener demasiada lejía sin saponificar lo que es cáustico para la piel. Lo puedes volver a derretir para ponerle una poco más de grasas o aceites.