El suelo como un filtro natural para agua
Escrito por Rachel Lovejoy ; última actualización: February 01, 2018Como filtro natural, el suelo atrapa muchos materiales que están mezclados con el agua subterránea. El proceso depende de varios factores, incluyendo el tipo de suelo, su textura, el tamaño de la apertura entrae partículas y cómo estas partículas están agrupadas entre sí, la cantidad de agua liberada hacia la napa y la topografía del terreno a través del cual el agua está siendo filtrada. El suelo original que no ha sido modificado es un filtro más eficiente que el suelo que ha sido distorsionado de alguna manera.
La importancia de la filtración natural del agua
Los contaminantes como toxinas, virus, aceites industriales y bacterias ingresan a los sistemas de agua de forma diaria, y es gracias al suelo de las selvas, humedales y orillas de los ríos que muchas de estas sustancias potencialmente nocivas no llegan al agua potable. Los patógeno que son de otra forma difíciles de quitar son naturalmente atrapados y neutralizados antes de que puedan causar daños. Los humedales son capaces de filtrar metales peligrosos, atrapando las cantidades excesivas de sedimentos y eliminando el nitrógeno que puede contribuir a la proliferación de las plantas invasivas. Los humedales ubicados a lo largo de arroyos y ríos, conocidos como vegetación ribereña, filtran sedimentos y eliminan el exceso de contaminantes que se filtran de tierras adyacentes, mientras que los microorganismos del suelo también juegan un papel importante a la hora de descomponer las sustancias nocivas.
Cómo filtra el agua el suelo
Todos los suelos son una mezcla de arena, limo y arcilla, siendo las partículas de arena las más grandes y las de arcilla las más pequeñas. La proporción de uno de los componentes respecto de los demás determina qué tan eficientemente el agua se mueve a través del suelo en un área en particular. Algunos de las combinaciones componentes del suelo permiten que el agua pase a través de sus poros demasiado rápido, mientras que en otros casos, el suelo es muy denso y retiene el agua. Porosidad es el término que se usa para describir la forma de las partículas del suelo y su disposición. Los espacios entre partículas son el sitio en el que el agua ingresa y sale, siendo la arena el material de poros más grandes, y la arcilla, el de mayor cantidad de espacios entre partículas. Cómo estos espacios se conectan juega un rol crucial para el movimiento del agua y la habilidad del suelo de filtrarla se mide en términos de permeabilidad. Las partículas del suelo filtran el agua capturando los sólidos en movimiento entre sus puros, y reteniéndolos el tiempo suficiente para poder convertirlos en sustancias inocuas.
Cómo se mueve el agua a través del suelo
El agua siempre está en movimiento, ya sea a través del suelo, de las plantas o en cuerpos de agua como ríos y arroyos. Esta ingresa en el suelo a través de la lluvia o las nevadas o por el riego, por movimiento sobre la superficie desde otras áreas o por filtración subterránea. Como el principal sistema de almacenamiento de agua que las plantas necesitan, esta se filtra por el suelo en un proceso conocido como infiltración. Una vez que atravesó la superficie, el agua se mueve hacia abajo y los costados, rápidamente a través de los grandes poros de la arena y más lentamente entre los poros pequeños de los suelos arcillosos. Mientras se mueve, es despojada de partículas por el suelo, las cuales luego constituyen útiles nutrientes que las plantas necesitan para crecer.
Impedimentos para la purificación natural del agua
Ciertas condiciones pueden interferir con la filtración natural del agua en el suelo. Las áreas pavimentadas, como carreteras y estacionamientos, pueden canalizar agua contaminada hacia ríos y lagos. Cambiar el curso de los ríos modifica el equilibrio de suelo y agua necesario para una filtración efectiva, y la deforestación de las áreas ribereñas modifica la habilidad del agua de limpiarse a sí misma. El sistema de filtración natural también es alterado cuando especies invasoras de plantas y animales ocupan un área acuática, y la polución del nitrógeno amenaza acidificar el suelo a niveles muy peligrosos.