Técnicas de herrería colonial
Escrito por Gina Putt ; última actualización: February 01, 2018Los herreros fueron clave en la sociedad colonial de Estados Unidos. Manipulando el hierro para todo, desde herrajes de caballos hasta fabricación y reparación de herramientas y utensilios, los herreros estaban involucrados en todos los aspectos de la vida colonial. Las técnicas usadas por ellos incluían control cuidadoso del calor de la fragua, soldaduras y moldeado (hacer el hierro más delgado martillándolo), doblado, alargado y fundido.
Controlar el calor
Un herrero necesita calcular con exactitud la temperatura de la forja. A menudo, cada herrero manejaba varias forjas. James Anderson, un herrero de Williamsburg, Virginia, de 1762 a 1780, por ejemplo, operaba siete forjas. El calor estaba determinado por el color del hierro. El negro se usaba para sellar el metal con aceite. El rojo era la temperatura más baja a la que se le podía dar forma al hierro. El amarillo permitía que se pudiera moldear o hacer más delgado con el martillo. El blanco era necesario para soldar metales juntos.
Doblado y alargado
Una vez que el hierro se calienta al rojo, puede ser doblado en diversas formas. Alargarlo significa estirarlo para hacerlo más delgado. Los herreros golpeaban el hierro con martillos para afinarlo o doblarlo. Esta es la etapa donde se usaba un yunque para colocar el hierro mientras se trabajaba sobre él.
Soldaduras y moldeado
El hierro caliente puede soldarse a otra pieza uniendo las piezas calientes y martillándolas juntas. El hierro se calentaría hasta estar de color blanco para unir dos piezas. Cuando un herrero quería una pieza más gruesa de hierro, lo calentaba hasta que se tornaba amarillo y lo hacía más grueso martillándolo.
Fundición de barras de hierro
Los herreros coloniales, como los medievales antes que ellos, vertían hierro líquido en moldes hechos de arena. La guía de arena era usada para hacer barras de hierro. La guía principal se llenaba con hierro líquido y se llenaban moldes individuales para hacer lingotes. Llamados "hierro cerdo" por su parecido a una cerda y su cría, estas barras se exportaban a Inglaterra. El alto cuidado colonial por el trabajo junto con la utilidad del negocio hizo de la herrería una ocupación reputada y valiosa.