¿A qué temperaturas viven los osos polares?

Escrito por Ethan Shaw ; última actualización: February 01, 2018
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El oso polar es el carnívoro terrestre más grande de la Tierra, igualado únicamente por la subespecie alaskana del oso pardo, el Kodiak. El oso polar es el oso más carnívoro de todos. Los machos pesan cerca de una tonelada y alcanzan los 10 pies (3 metros) de nariz a rabo. Estos gigantes, que cazan focas, morsas y ballenas pequeñas y ocasionalmente nadan largas distancias, viven en algunas de las temperaturas más frías del mundo.

Adaptaciones de termoregulación

Los osos polares habitan grandes partes del Círculo Ártico, donde las temperaturas pueden bajar de los 50 grados centígrados. Los osos muestran una variedad de adaptaciones por tener que lidiar con ambientes helados. Tienen una capa de grasa debajo del pelaje que puede tener un grosor de más de 4 pulgadas (10 cm). Esta grasa puede contar hasta 40 por ciento del peso total del animal. El pelaje consiste de dos capas aislantes: una más corta que atrapa el aire y otra de pelos de guardia. El pelaje hueco puede ayudar a hacer llegar la radiación solar al cuero negro, el cual efectivamente es de este color para absorber el calor. La dispersión de luz visible y la absorción de luz ultravioleta en el pelo del oso le da este color blanquecino o amarillento tan distintivo.

Sobrecalentamiento

Los osos polares tienen tanta protección contra el frío que fácilmente pueden sobrecalentarse, especialmente si están expuestos a las altas temperaturas del verano, 70 grados Fahrenheit (21 °C) o más, o si se sobre exigen. Se distinguen por conservar energía. Su modo habitual es un paso constante pero no apresurado a través de las capas de hielo y campos de nieve. Las redes de vasos sanguíneos están cerca de la piel del oso, lo que permite la transferencia de calor hacia afuera. Los osos polares suelen lanzarse al agua en los días muy calurosos; una actividad por lo general vista en los zoológicos.

Refugio

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Los osos polares no se refugian durante el invierno como la mayoría de las poblaciones de osos pardos o negros, que hibernan no por el frío sino por la escasez de comida. Las hembras embarazadas tienen que excavar refugios para poder dar a luz, pero los machos y hembras no embarazadas pasan la temporada cazando en las capas de hielo. Ian Striling escribió en su libro "Osos polares" (Polar Bears) que los osos polares pueden emprender un estilo de "caminata de hibernación" a fin de verano y principio del otoño, en el que pueden encontrase a largas distancias de sus presas. Su condición psicológica entonces, medida por la química de la sangre, puede resultar en una hibernación como la del oso negro, insinuando que los osos polares adoptan el modo de ahorro energético cuando hay escasez de comida.

Cambios climáticos

Desde principios del siglo XXI, los osos polares han jugando un rol muy importante en la investigación del cambio climático. Mientras las temperaturas suben, las capas de hielo en el Ártico duran cada vez menos y muestran una retractación importante. Estos cambios pueden ser desastrosos para los osos, que dependen del hielo congelado para cazar. El aumento de las temperaturas también puede promover el colapso de los refugios de maternidad en el invierno.

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