Cómo saber si vale la pena restaurar un auto oxidado

Escrito por Dan Ketchum ; última actualización: February 01, 2018
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Aunque el óxido generalmente no afecta la maniobrabilidad de un auto, sí afecta su apariencia, valor y potencial para la restauración. La ubicación, gravedad y otros factores deben incluirse cuando se considera un proyecto de un auto oxidado, la herrumbre superficial, aunque ciertamente no es deseable, no es tan perjudicial como la corrosión, la cual es prácticamente imposible de revertir y costosa de arreglar. Aunque cada individuo debe decidir si vale la pena restaurar un auto basándose en su propia experiencia, presupuesto y habilidades, conocer la magnitud de los daños de herrumbre requiere de un un largo camino para tomarla.

Métete debajo del auto con una linterna e inspecciona el chasis del vehículo. Examina los paneles del piso, la superficie principal del tren de aterrizaje, así como las vigas de los ejes y las vigas del bastidor, o los carriles estructurales que encierran el tren de aterrizaje. Verifica que no haya corrosión, fijándote de dónde aparece el óxido y cómo se ve. Durante la inspección, clasifica la herrumbre como óxido en la superficie u óxido corrosivo. El óxido superficial por lo general tiene tonos naranja o marrón claro y sólo tiene una textura ligeramente rugosa. Este tipo de oxidación todavía no ha afectado la integridad estructural del vehículo. El óxido corrosivo, normalmente rojo profundo o marrón oscuro, representa golpes con mucha textura, hundimientos o descamación y afecta la integridad estructural.

Ten en cuenta las diferencias relacionadas con la corrosión en el tren de aterrizaje. Por ejemplo, si una parte de suelo presenta signos de óxido y el otro es prístino, indica que se trabajó reciente la estructura, la cual a su vez puede indicar un accidente o procedimiento de restauración. Pregúntale al propietario actual sobre la historia del auto, los accidentes pueden devaluarlo, pero los esfuerzos previos de restauración pueden darte una ventaja.

Examina los huecos de las ruedas, silenciadores y escapes para cualquier tipo de óxido. Toma nota de la gravedad y el tipo de óxido, los cuales tomarás en cuenta más tarde si decides o no llevar a cabo el proyecto.

Revisa todos los paneles de la carrocería y parachoques para ver si tiene óxido superficial o corrosivo. El óxido corrosivo en la estructura puede producirse debajo de la pintura, así que presta atención a la textura y al color. Busca cualquier sección con burbujas, descamación o manchas. Busca óxido cerca de los arañazos, abolladuras u otras áreas donde pueda haberse gastado la pintura o el acabado.

Abre el capó y revisa las bases de los amortiguadores o puntales, los cuales anclan la suspensión delantera cerca del parabrisas delantero, para ver si tienen óxido. Las bases oxidadas deberán reemplazarse, lo cual añade un gasto y trabajo adicional al proceso de restauración.

Evalúa la severidad del óxido según el tipo que sea. El óxido superficial es una forma estética de óxido que normalmente puede revertirse en casa o con una visita de bajo costo al taller. El óxido corrosivo que ha causado burbujas en las superficies metálicas, podridos, descamación o agujeros planos, hace necesario que se sustituya la zona afectada. Si bien el óxido en la superficie, un panel de cuarto oxidado o piso oxidado podría no ser suficiente para alejarte de la restauración, las vigas oxidadas un eje o marco puede afectar la integridad estructural del automóvil en general.

Toma en cuenta tu presupuesto, experiencia y tiempo. Si tienes la combinación correcta de los recursos financieros, materiales y experiencia para remediar las áreas del vehículo afectadas por el óxido corrosivo, puede valer la pena restaurar el auto. Toma en cuenta otros factores para evaluar el auto en su conjunto. Si el motor está en condiciones de funcionar con poca necesidad de reparación y el interior del auto está intacto, estos factores pueden compensar los costos de oxidación relacionados con la restauración.

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