¿Cómo se hace el vidrio soplado artesanal?
Escrito por Lee Cook ; última actualización: February 01, 2018
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El vidrio soplado a mano fue inventado a mediados del siglo I a.C.. Los artesanos descubrieron una técnica llamada inflación, que consiste en inflar una bola de vidrio fundido en un extremo de un soplete, soplando aire en el extremo opuesto. Cuando el vidrio se calienta a temperaturas lo suficientemente altas como para llegar a un estado fundido, toma propiedades de líquido. En este punto, un soplador de vidrio sopla pequeñas ráfagas de aire en el soplete, que dirige el aire al centro del vidrio fundido y comienza a inflarlo. A medida que el vidrio se enfría, comienza a endurecerse. Este endurecimiento es esencial para la formación de la forma deseada del recipiente de vidrio que se está creando. Un proceso de calentamiento, enfriamiento y recalentamiento se utiliza para crear el producto final.
Proceso
El soplador de vidrio precalienta un extremo del soplete antes de sumergirlo en el vidrio fundido en un horno. Después de que la cantidad deseada de vidrio se aferra al soplete, el soplador rueda la burbuja de vidrio sobre una losa de mármol o una hoja plana de acero que esté más fría que el vidrio fundido. Al colocar el vidrio fundido a esta superficie más fría, se crea una "piel" dura en la capa externa del vidrio. Esto ayuda en la formación del vidrio. Después de este paso, se sopla en el extremo opuesto del tubo, insertando una burbuja de aire en el vidrio fundido. En este punto, se utilizan varias herramientas para dar forma al vidrio, incluyendo paletas de madera, pinzas y tijeras. Las paletas aplanan y enfrían el vidrio. Las pinzas se utilizan para tirar y girar el vidrio y las tijeras se utilizan para cortarlo. Después de que se logra el tamaño final de la pieza, el soplador terminará primero la parte inferior de la pieza, la cual está unida a un tubo largo conocido como puntel. Una vez en el puntel, el soplador puede dar forma a la parte superior de la pieza y añadir colores y patrones a ella.
Acabado
El vidrio se calienta a temperaturas de fundido y se forma utilizando tres hornos diferentes. El primer horno contiene el vidrio fundido en su estado no formado. El segundo horno se llama el agujero de la gloria. Este horno se utiliza para recalentar el vidrio mientras se enfría con el fin de permitir que el soplador continúe dando forma al vidrio fundido. El último horno se utiliza para enfriar el vidrio, endureciéndolo lentamente a su estado final. Este horno se conoce como el atemperador. El vidrio necesita enfriarse lentamente para evitar que se rompa y este horno se asegura de que esto suceda, disminuyendo gradualmente la temperatura del vidrio hasta que se haya enfriado completamente.
